lunes, 14 de octubre de 2019

Tiempo

Tiempo, se supone que te ayuda a sanar, ¿no?, ¿cuánto tiempo tiene que pasar?

El tiempo se me hace bolas, se estira, se hace corto y aún así no lo veo, es invisible para mí. Sé que está ahí, tal vez en mi espalda porque no lo percibo, ¿qué día estamos?, ¿qué año?, ¿cuánto desde que se fue?, ¿quién sigue aquí?

Se supone que el tiempo iba a ayudar, pero las lágrimas son las mismas. Aunque sí ha habido un cambio, hoy fue la primera mañana, en mi casa, en casi dos años que pude escuchar una canción sin llorar. La música me deprime, no puedo desconectarla de los recuerdos y me entristecen casi todas las canciones.

A veces creo que no pasaré de este día, de aquel día, porque me quedo estancada y todo se repite una y otra vez. A pesar de las distracciones, llega el momento en que regreso a ese embrollo. ¿Por qué nadie te dice que las despedidas son tan difíciles?, ¿que ese hueco no se cierra?

Mis días favoritos se han vuelto en recordatorios de la ausencia. En tu partida y mi coma. Tengo poquísimos mensajes de WhatsApp guardados tuyos, los cuales leo una y otra vez, algo sobre el pollo en la lumbre y acerca de irte con tus hermanos a pasear.

Aún escucho tu risa de fondo en los videos de mi sobrino y veo tus fotografías con la esperanza de que se muevan. Quisiera que todo esto que se me hace nudo en el pecho simplemente desapareciera y dejara de quitarme el aire.

¿Cuándo se supone que el tiempo hará efecto?