martes, 22 de septiembre de 2015

El silencio

De niños a muchos de nosotros nos enseñan a guardar silencio. "Si ves algo no digas nada", "no lo menciones", "cállate o te irá mal", "es mejor guardar silencio y no buscarse problmas" son algunas de las frases con las cuales nos silencian.

No soy una persona que guste mucho de participar en conversaciones, tal vez no por opción propia, porque en mi imaginación soy otra totalmente diferente, más amigable, más comunicativa, menos yo. En la realidad hago silencio, aguardo el momento para opinar y cuando lo hago espero que no me interrumpan, pero este mundo está lleno de gente que sólo sabe ser protagonista y cuando eso sucede decido sólo callar, porque no estoy para enfrentar una gran batalla por un montón de palbras que serán inútiles, pues ese tipo de personas no captan, sólo escupen.

En cuestiones familiares también callo, no porque quiera, me preocupo por mi familia y me gusta participar porque al menos tengo la impresión de que ayudo de algún modo, pero siguen mandándome callar. 

Vivo entre silencios, no es divertido, a veces es muy solitario, pero aprendí a comunicarme conmigo misma y con otros que viven dentro de mí y sé también están vivos, necesitados de una conversación, como yo.